DIARIO DE UNA ALBAYZINERA 1920

Ciber-novela por entregas en formato de Diario

11 DICIEMBRE DE 1920, SÁBADO

Narrado por la autora
MaRGaRiTa MaRíN


Querido Diario:

¡Madre mía, otra vez nos hemos levantado de noche! ¡Qué trajín!

Ná’más levantarnos, mi tía ya estaba preparando la masa para los mantecaos. Nos la ha dejado extendida en una mesa para que los niños nos entretuviéramos cortando las piezas con un vaso, todos de la misma medida, para que estuvieran listos antes de media mañana que era cuando había quedado con el del horno en llevárselos.

Al terminar los hemos pintao con huevo y espolvoreao su ajonjolí, y mis primas, Adora y yo los hemos llevado, para luego a la tarde recogerlos ya horneados y listos para catarlos en la merienda.

¡De escándalo que estaban! Los mantecaos y el vasico de leche de cabra calentico que nos han dado para entrar en calor mientras los liábamos.

Cuando nosotras íbamos al horno, Carmelita y el Norber dicen que han ayudado a rellenar longanizas entre juego y juego.

(A saber…)

Hoy para comer han hecho un guiso de riñones con vinillo también riquísimo y hemos estado mojando el pan que habíamos traído recién hecho del horno cuando volvimos de los mantecaos. ¡Niño, más placer no cabe!

¡Tó’me gusta!

Le hemos guardado a mi padre y a Manolín para que lo probasen cuando llegaran.

Y ya después de cenar todos, nos hemos quedado un ratico charlando junto a la chimenea.

-Cuéntame ¿cómo ha ido la cosa estos días?- Me dice Manolín.

-Ya ves, un no parar… Mañana matan otro cerdo ¿estás preparado?

-Sí, ya estuvo tu padre aleccionándome para el trabajo de mañana: que si matar al cerdo, desangrarlo, despiezarlo, sacarle las mantecas, salar las piezas…

-Nosotras mientras haremos las morcillas, chorizos, salchichas y longanizas, que cómo sólo es uno, supongo que nos dará tiempo a tó.

-Oye, dime una cosa que siempre me he preguntao ¿en qué se diferencia un chorizo de una longaniza? ¿Lleva lo mismo?

-No, la longaniza lleva carne de cabra y se embucha en tripa de cabra.

-¿También matan una cabra?

-No, hombre, eso mi tío lo compra, sus cabras son pa’leche y si vende alguna pa’carne no la mata él. Ni los cerdos tampoco, llaman al matarife. A él no lo saques de darle el cogotazo a un conejo o retorcerle el pescuezo a una gallina. Dice que para los animales grandes prefiere siempre que lo haga un profesional, que un tajo mal dao es un sufrimiento innecesario para el animal y luego la carne sabe a verraco del berrinche.

-¡Qué cosas!

-Dice mi tía que hoy te quedas a dormir aquí donde la chimenea, al final vas a ser el que más calentico vas a dormir. Si quieres te ayudo a montar el catre.

-Pues no estaría mal que me ayudases porque no tengo ni idea de cómo se hace…

-¡Tito! ¿A dónde cogemos los avíos pa’hacerle el catre a Manolín?

-Ahí, a la salida del patio te he dejao lecho preparao. Más que lo metáis pa’dentro y que tu tía te dé unas mantas. No te pongas mu’cerca de la chimenea no te vayas a atufar, aunque ya dejaremos la habitación “ventiheláh” y la chimenea apagáh antes de acostarnos.

-¿”Ventiheláh”?- me cuchicheó Manolo- ¡el más calentico, dice!… ¡Miedo me da de la noche de frío que voy a pasar si aquí en vez de ventilar,” ventihielan”!

-Pues sí- le contesté muerta de risa- bien «ventihelao» que vas a dormir, chato. No te preocupes, hombre, que lo ponemos en ese rinconcillo que está la pared calentica to’la noche y no pasarás frío ninguno. ¡Dale, amoh a por la paja!

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