DIARIO DE UNA ALBAYZINERA 1920

Ciber-novela por entregas en formato de Diario

5 MAYO DE 1920, MIÉRCOLES

Narrado por la autora
MaRGaRiTa MaRíN


Querido Diario:

Hoy se representaba en el Cervantes el juguete cómico en tres actos de Los Encantos de la Familia, con música y couplets, y Los Marchosos de los Álvarez Quintero, bueno, de D. Serafín.

Me hubiera gustado verlo porque leí que estas mismas obras habían sido representadas en Madrid con muchísimo éxito pero Papa-Antonio no estaba por la labor, decía que no se encontraba muy católico, que le parecía que se va a poner malillo y no tenía gávilos pa’ná.

Así que esta tarde me subí a su casa a bordar para hacerle compañía mientras, a la par que charlábamos, observábamos a Lana picotear su moyuelo dando paseos por su corralillo.

Como no pudimos ir al Cervantes hemos estado conversando sobre estas cosas de la farándula y el nuevo teatro, y me ha contado, para compensarme, la historia de La Venganza de la Petra (Donde las dan las toman), una comedia de Carlos Arniches.

Parece muy divertida.

Trata de que la Petra se casó con un tío que era un vive la vida que la tenía amargaica viva con sus devaneos y un día harta de sufrir decide que “se acabó” y que “ya no le pasa más ni media” pero en el fondo lo sigue queriendo con toda su alma y se decide por intentar un plan que le propone su padre que consiste en inventar una trama en la que el marido sospeche de que a ella ya no le importa, que ya no sufre y que se está divirtiendo con otro hombre, para que se ponga celoso y así sienta en sus carnes lo que significa no ser ya querido y perder a su mujer.

Para ello, la sirvienta de la familia, que tenía un nombre muy raro, coquetea con el barbero del barrio que era un sinvergüenza que le gustaban todas las mujeres y a todas les lanzaba el anzuelo. Dice que tanto era así que ¡hasta le gustaba el Guadarrama porque tenía faldas!

¡Casi me muero de la risa!

La cosa es que, la Eu-nosequé ésta, consigue atraerlo hasta la casa de su señora creyendo que va a cenar con la maritorne y va a caer en sus ardides de Don Juan, pero el padre de Petra lo había dispuesto todo para que su yerno llegara a casa pensando que se la estaban pegando.

Er tío llega a su casa, la criada esconde a su galán, y cuando ve que su mujer no está pero hay cosas extrañas en la casa (no sé… que huele a tabaco, que hay colillas…) se pone que se lo comen los demonios porque se cree que Petra se ha ido por ahí de jotas y él, que daba por seguro el amor incondicional que le profesaba su esposa, empieza a cavilar sobre cómo habían cambiado los comportamientos de su señora en los últimos días, y sus dudas crecen por momentos.

Al llegar ésta a su casa, su marido y su padre empiezan a pedirle explicaciones de haber dónde ha estado y Petra va contando mentiras que el marido va desmontándole… Y er tío cada vez más ofuscao, finalmente descubre al galán de la sirvienta pensando que es el amante de su mujer.

El marido lo persigue y mientras Petra se mete en una habitación, le pasa una carta por debajo de la puerta le dice “adiós” y “¡pum!”: se escucha un disparo.

Manolo, que así se llamaba el marido, (Manolo se tenía que llamar… anda también que…) lee la carta de despedida de su mujer y cuando concluye sale ella de la habitación convertida en otra mujer, más chula que un ocho y con una garrota, diciéndole a su marido que ella había cambiado y si él no cambiaba ya no iba a entender de más lenguaje que el de liarse a palos con él.

Pero el hombre, habiendo sufrido en su piel el dolor que el mismo llevaba años causando a su esposa entiende que no puede seguir jugando con fuego y le promete su amor en exclusiva.

¡Qué tarde más buena! Creo que lo más divertido de la historia, en sí, ha sido escuchar al abuelo contarla haciendo vocecitas.

Más que si la hubiera visto al teatro, vamos.

¡Qué espectáculo!

¡Qué chispa tié er joío!

¡Y eso que decía que hoy estaba medio malo!

¡Ay, mi Papa-Antonio y sus retahilas!

¡Qué Dios me lo conserve vivo por muchos años! Porque no me imagino mi vida sin estos raticos tan buenos que pasamos juntos. ¡De sabe!

Una escena de «Los Encantos de la Familia» Abril de 1919, obra Adaptada por G. del Castillo. En el teatro Infanta Isabel, Madrid. Foto ABC  https://www.abc.es/archivo/fotos/una-escena-de-los-encantos-de-la-familia-obra-adaptada-por-g-5054934.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.google.com%2F

Una escena del sainete “Los Marchosos” de Serafín Álvarez Quintero. En el teatro Infanta Isabel, Madrid en Mayo 1918. Foto ABC https://www.abc.es/archivo/fotos/una-escena-del-sainete-los-marchosos-original-de-los-hermanos-5268189.html

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2 Comentarios

  1. María José 5 mayo 2020

    La entrega de hoy me ha encantado. 😍

    • MARGARITA MARIN 7 mayo 2020 — Autor de la entrada

      Carlos Arniches en su momento trabajó tanto en el leguaje castizo madrileño y en las pronunciaciones fonéticas de sus personajes que llegó a popularizarse tanto que se llegó a poner de moda el hablar como ellos. Conchita no podía menos que hacerle un pequeño homenaje a tan ilustre antecesor💞🌹

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