MaRGaRiTa MaRíN
Querido Diario:
Ya ha muerto uno de los pollitos de mis primos y Tita Encarnita me ha dado a mí el otro que le quedaba vivo para que lo cuide yo.
–Se acabó la barbarie– dice -¡Que me tién ya frita con lo de los pollos voladores!
El que ha sobrevivido no está mal, incluso anda más espabilado que Pirri. Centella le he puesto de nombre. A ver si consigo sacarlo pa’lante a este también después de tanto testarazo que lleva ya a tan corta edad.
Esta tarde íbamos a ir al teatro pero vino a merendar la Comadre, trajo un puñaico’roscos fritos de los que hace ella que le salen como a nadie y saben a gloria, y allí hemos estado cascurreando todos en familia.
Tan agustico que al final ni hemos salido a pasear y el abuelo ha sacado la guitarra para deleitarnos y hemos echado el rato contando chascarrillos e historias curiosas, como lo del tanque ese que ha estado paseando estos días por la calles que dicen es la máquina agrícola del futuro para el campo porque al caminar como una oruga no resbala, ni se hunde y salva obstáculos prodigiosamente. Le han dado el primer premio en la Exposición de Olivareros de Sevilla por lo visto.
Al final de tanta tertulia hemos terminado canturreando coplillas de lo más variopintas… ¡Lo que hubiera disfrutado Manolín y se lo ha perdido! (que, por cierto, lleva ya dos días sin cantarme cuando me ve…)
Me gusta cuando viene la Comadre, siempre es un estímulo su visita y como es mi madrina siempre tiene algún detallico especial conmigo. Esta vez me ha traído una huevera de alambre para recoger los huevos de mis gallinas, que no sabía que tenía otra nueva y lo de los pollitos que nos regaló Papa-Antonio.
Incluso al contarle y enseñarle mis nuevas adquisiciones corraleras me dijo que había pensado ella en comprarme uno en la feria y que menos mal que no lo hizo porque a ver dónde íbamos a meter tanto pollo.
La verdad es que me viene mejor la huevera. Es un primor mi Carmela. Está en tó.
