MaRGaRiTa MaRíN
Querido Diario:
En la Casa’Socorro está tó manga por hombro. Una vergüenza. Ya no sólo por la falta de medios materiales sino porque en lo que se refiere a los personales también están dejando mucho que desear últimamente.
No hace muchos días un aprendiz de panadero de aquí de Granada, tuvo la desgracia de ser picado por un bicho en el brazo y comenzó a hinchársele de modo alarmante. El chiquillo preocupado marchó rápidamente a la Casa de Socorro dónde lo recibió una muchacha que le dijo que el médico no estaba en aquel momento pero que se aplicará unos paños de agua caliente porque estaba segura de que aquello no sería nada.
Anda que…
Cuentan que ha habido algún caso en el que alguno ha necesitado hasta pedir limosna para comprar algodones y vendajes necesarios para ser curado en el Hospital de San Juan de Dios.
O los dos últimos que ha salido en el periódico, el de una mujer que el médico la manda al hospital porque tiene un derrame cerebral y en el hospital, no se sabe bien por qué no la admiten, aun llevando el papel del facultativo.
O el de otra señora que cuando sus familiares se presentaron en el hospital a recoger a su enferma, les dijeron que ya no estaba allí, que la habían ingresado en el hospicio (sin decirles ná a nadie) porque su enfermedad era de larga duración ya e incurable.
¡Un poquito más de humanidad, hombre!
¡Tú te crees que eso es beneficencia!
¡Vamos, vamos, vamos!
¿Un hospital municipal con sólo nueve camas para Graná?
¡Apaga y vámonos!
Desde luego… ¡Debería darnos vergüenza y media!
