DIARIO DE UNA ALBAYZINERA 1920

Ciber-novela por entregas en formato de Diario

3 NOVIEMBRE DE 1920, MIÉRCOLES

Narrado por la autora
MaRGaRiTa MaRíN


Querido Diario:

“Anoche ante la numerosísima concurrencia que llenaba por completo butacas y graderías representose el inmortal drama de Zorrilla en el confortable Salón Regio”

Enriqueta Palma en el papel de la novicia de Ulloa desgranó las estrofas del sofá qué tal manera que parecían música. Muy entonado estuvo también Allen Perkins en el papel de Don Juan; acertadísimo Almiñana en el de Don Luis Mejías; chistoso en extremo César Muro en Ciutti; y exageradilla, y por ello más aplaudida en la galería, la Sra. Toscano en Brígida.

Toh’los demás estuvieron bien también pero fueron interpretaciones más discretas, la verdad.

El decorado y el atrezo eran lujosísimos y de exquisito gusto. Fue tanto lo que le gustó al público que tuvieron que subir y bajar el telón varias veces en el saludo final para agradecer los aplausos interminables y entusiastas de los que estábamos allí.

Aunque fuera de la fantasía dramaturga que me embriaga desde ayer, acaba de llegar mi padre diciendo que a El Pablo (Espinosa Moret), el peón caminero que vive en Horno de Oro, le acaban de robar dos atracadores desconocidos en la Carrera del Darro y le han quitado 60 pesetas.

¡Pues ya ha echao el mes el pobre! ¡Menúa jangáh!

Y si a eso le sumas lo del aljibe de San Nicolás, en seco hace ya bastantes días, con la faltica que hace ese agüica, más o menos potable, para la higiene de las casas y los vecinos, y sin nadie que atienda la demanda, y no nos haga caso siquiera… Casi mejor pasarse el día en el teatro sin echar cuenta de lo que nos pasa alrededor.

¡No hay color!

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4 Comentarios

  1. Antonio Miguel 3 noviembre 2020

    Nuestra entrañable albaycinera ya da pistas de lo que años más tarde, significa para la gente la televisión, como medio para olvidarse por un buen rato de lo complicada que esta la vida. No me quiero imaginar si nuestra Conchita se pone delante de la mal llamada caja tonta, lo que disfrutaría la chiquilla, bien pegaica al brasero viendo un buen Tenorio de Estudio Uno.

    • MARGARITA MARIN 4 noviembre 2020 — Autor de la entrada

      Pues fíjate, cuando hubo tv, acuérdate que no era todo el día como ahora, cuando llegaba la noche después de cenar algo veía con interés después del «parte», pero ella aún de mayor era más de leer que de ver tele. Por las mañanas hacia sus tareas domésticas y por la tarde después de su siestecica, leía, cosía (repasaba la ropa), recibía a sus visitas que todos los días venía alguien a casa (su hermana Adora venía todos-todos los días después de comer pero venían amigas, vecinas, parientes…), preparaba la cena y aunque estuviera encendida, porque alguien la estuviera viendo, ella estaba en lo suyo. Poca tv veía aunque sí disfrutaba mucho de Estudio Uno

    • MARGARITA MARIN 4 noviembre 2020 — Autor de la entrada

      Lo que si escuchaba todo el día era la radio y la novela… ¡Aquel Abuelo Cebolleta! (¡¡me acabo de acordar!!)
      https://periodistasdearagon.org/2019/02/05/historias-de-la-radio-del-abuelo-cebolleta/

  2. Antonio Miguel 4 noviembre 2020

    Claro que lo recuerdo y la famosa carta de ajuste antes de empezar la programación. Lo que si es que en casa éramos mas de radio, la tele era para ver los toros, el estudio uno, y los saltos de sky el día de año nuevo ya ves que tiempos y lo que hemos cambiado. Lo del abuelo cebolleta me ha traido unos recuerdos muy bonitos, mi abuela hablaba mucho de esa radio novela y del consultorio de Elena Francis, ni te cuento. Un toque de atención para esa radionovela que planteabas el pasado día…😉

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