DIARIO DE UNA ALBAYZINERA 1920

Ciber-novela por entregas en formato de Diario

21 SEPTIEMBRE DE 1920, MARTES

Narrado por la autora
MaRGaRiTa MaRíN


Querido Diario:

 (Último día de las Fiestas de Otoño)

La velada albayzinera de anoche fue todo un éxito, una vez más estuvo concurridísima. Y es que los albayzineros necesitamos poco pa’montar un sarao, con o sin fiestas.

En la Plaza del Salvador se quemó un castillo de fuegos artificiales y en Plaza Larga una traca. Y por supuesto, nos echamos unos bailes al son que nos tocaba la banda municipal.

Manolín tardó en decir de sacarme a bailar, cosa que me inquietó un poco, la verdad, no sabía si es que estaba enfadado conmigo por algo, pero estaba extrañamente distante. De hecho no articuló palabra, ni coplilla alguna, mientras bailábamos. Ya no sabía qué pensar, así que le pregunté:

-Te veo raruno hoy ¿te pasa algo?

-¿Raruno por qué?

-Pues porque normalmente tú eres unas castañuelas y hoy estás como sin chispa. ¿Te preocupa algo?– insistí.

A lo que me contestó con un guiño:

-¿A qué hora dan las cinco en tu pueblo?

-¡La mae que te parió! Ya te he dicho mil veces que en mi pueblo no hay reloj.

¡Cuánto tiempo que no me soltaba su chascarrillo favorito pa’encorajinarme! Pero bueno, al menos sirvió para romper el malfario y robarnos una sonrisa mutuamente.

-Hoy han venido a la botica algunos de los obreros que se han quedado con los niños de Riotinto que llegaron la semana pasada, pidiéndonos ayuda a la caña, a lo que D. José ha accedido como no podía ser de otra manera, sin ánimo alguno de apuntárselo, claro. De hecho no se lo ha apuntado a ninguno.

¡Vaya! ¿Y eso?

Pues porque muchos de estos chaveas vienen con problemas intestinales y enfermedades derivadas de su falta de alimento durante tantos meses sin comer en condiciones, así que necesitan cuidados extraordinarios que suponen un gasto inasumible para sus familias de acogida.

¡Ángelicos, lo que habrán tenido que pasar estas criaturas! No quiero ni pensarlo…

¡Ya te digo! Además como los padres adoptivos en su gran mayoría son obreros, no tienen más ingresos que los producidos por su trabajo, y disfrutan de la Beneficencia municipal médico-farmacéutica, pero como en sus tarjetas, donde se les reconoce este derecho, no están incluidos sus pequeños huéspedes, pues como que se hace necesario que todos estos chiquillos de Riotinto sean incluidos en este servicio.

-¿Y cómo se arregla eso?

– Pues pidiéndole al Alcalde que los dote de este servicio médico-farmacéutico gratuito considerándolos incluidos en el padrón de pobres de la ciudad. Pero, no obstante, mientras que sí, mientras que no, hay muchos boticarios y galenos que se han lanzado al rescate por su cuenta y riesgo.

-¡Claro, qué menos que echarle una manica a estas criaturicas! Y a sus anfitriones, obvio, que de sobra han demostrado que más generosidad y humanidad no les cabe en el pecho…

Se hizo un silencio intenso entre nosotros que me pareció eterno y entonces me dijo:

Ningún niño debería pasar hambre. No hago más que pensar en mis hermanos y qué sería de ellos sin la aportación de mi jornal con una madre lavandera y un padre sin trabajo.

Por fin entendí la tristeza que escondía hoy su coranzoncillo…

Ahora, te digo una cosa, ¡como que me llamo Manolo que a mis hermanos no le va a faltar comía nunca y en cuantico pueha quito a mi madre de trabahah!

Inevitablemente se me hizo un nudo en la garganta y se me humedecieron los ojos al ver los suyos. Y aunque, sinceramente, en ese momento desee darle un abracico para cobijar su alma, me tuve que conformar con apretar con mis dedos su mano, justo antes del «chimpún» del pasodoble que estábamos bailando.

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Manuel Beltrán Ayala «Manolín»

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2 Comentarios

  1. Pacojulio Jr. 22 septiembre 2020

    💛 corazón de oro 💖

    • MARGARITA MARIN 23 septiembre 2020 — Autor de la entrada

      ¡Si yo te contara! Era ya viejito y todavía seguía sin soportar que no se hiciera más para ayudar a la gente pobre. Era superior a sus fuerzas. Hasta quería que los pabellones de la Expo’92 se transformaran en viviendas para ellos. Genio y figura.

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